miércoles, 15 de junio de 2011

GOBIERNO DE ORTEGA APLAZADO EN BATALLA POR EL SEXTO GRADO.




El principal rival de la “batalla” por el sexto grado es la cantidad de niños que abandonan las aulas de clases antes de culminar la primaria. En Nicaragua solo 47 de cada cien alumnos que ingresan al primer grado llegan hasta el sexto grado de primaria, según cifras del Ministerio de Educación (Mined).

Si esto fuera una competencia, el país perdería rotundamente, de acuerdo con las cifras de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) que lo ubican en último lugar de Latinoamérica y el Caribe en alcanzar los seis grados de primaria completos.

La tasa de sobrevivencia al sexto grado de primaria indica la eficacia interna de un sistema educativo en términos de su capacidad para asegurar que los niños que se incorporan al sistema escolar alcancen un grado académico que les permita salir de la pobreza, según el economista Adolfo Acevedo.

“Si la meta (de la batalla por el sexto grado) establece que todos los niños deben terminar la primaria, es deseable que la tasa de sobrevivencia sea cercana al ciento por ciento, indicando un alto nivel de eficacia del sistema educativo”, resaltó Acevedo.

El Mined dispone de un año y medio para cumplir con la universalización del sexto grado de primaria, establecido en la nueva estrategia educativa que dirige el Mined.

Como parte de la batalla por el sexto grado, las autoridades educativas han dispuesto de un modelo educativo “flexible” para ampliar la cobertura de primaria. Sin embargo, organismos de la sociedad civil alertan sobre el peligro que corre la calidad de la educación.

Este año ingresaron al sistema de educación primaria 925,200 alumnos. No obstante, esta matrícula se acerca a la registrada en 2003 que fue de 927,200 escolares, de acuerdo con los datos del Banco Central de Nicaragua.

Según las cifras de la Unesco, Nicaragua muestra el valor más bajo de la tasa de sobrevivencia al último grado de primaria en la región de América Latina y el Caribe.

Para 2009, la Unesco estimó que gran parte de los países de la región alcanzaban índices de sobrevivencia al sexto grado que incluso superaban el 90 por ciento.

Este resultado excluye a los países centroamericanos que muestran una baja tendencia de conseguir el sexto grado de primaria promedio.

Esto excluye a Costa Rica donde 9 de cada 10 niños que ingresa al primer grado consigue culminar el sexto grado de primaria.

Adelmo Sandino, investigador del Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas (IEEPP), dijo que otra de las grandes tareas que deberá cumplir el Gobierno de cara a la batalla por el sexto grado, es la deserción escolar.

En el país, según el Informe de Liquidación del Presupuesto General de la República 2010, el porcentaje de retención fue de 90 por ciento. Es decir, que de los 923,745 niños que ingresaron a la primaria durante el 2010, 92,400 abandonaron las aulas de clases antes que el año escolar culminara oficialmente.

“Por eso es que la batalla no solo debe ser en la cobertura. Hay que garantizar la permanencia de los niños en las escuelas”, recalcó Sandino.

“La deserción en educación primaria reduce las probabilidades de continuar avanzando a lo largo del sistema educativo. Por lo tanto, no solo dificulta la meta de universalización de la educación primaria, sino también compromete el cumplimiento de la meta de expandir el acceso a la educación secundaria”, dijo por su parte Acevedo.
FUENTE :LA PRENSA  LIC.RENE DAVILA  /14060011

lunes, 13 de junio de 2011

MEDIR CONOCIMIENTOS ES DIFERENTE QUE EVALUAR.


Con anterioridad el término medición era equivalente a evaluar, sin envargo en el trascurso evolutivo de la evaluación se considera que la medición es parte de la evaluación, podría decirse que es un paso de la evaluación en donde existen diferencias bien definidas en el momento de medir dentro del ámbito evaluativo. Así por ejemplo:


Un niño esta enfermo. Medimos su temperatura mediante un termómetro. Observamos el mercurio en el instrumento usado y nos damos cuenta que nuestro niño tiene 39º C de temperatura. Ahora bien, el dato (siempre que el instrumento esté en perfectas condiciones) adquiere significado en el momento en que lo confrontamos con un patrón que valide esta información(rango normal de la temperatura del cuerpo humano) y le asignamos un valor. Así que, si lo equiparamos con el grado estándar normal (36º - 37º) de la temperatura del cuerpo humano, valoramos como alto el nivel de temperatura del niño y, tal vez como preocupante su estado de salud.

La medición es reduccionista, limita la evaluación a un puntaje estadístico, es un proceso meramente cuantitativo. Medir consiste en establecer correspondencia entre un número y una propiedad o un fenómeno, según normas establecidas. Dicho de una manera más sencilla medir un comportamiento, una característica, un fenómeno, significa asignar un número de acuerdo a una unidad de medida o una unidad predeterminada. Según Georgia S. Adams “La evaluación va mas allá de la medición por cuanto supone la existencia de juicios de valor.
De acuerdo al ejemplo anterior medimos la temperatura del niño tomando como referencia un patrón que es el grado normal de la temperatura corporal, pero no nos limitamos ahi, es decir no nos cruzamos de brazos, esta situación nos obliga a emitir un juicio de valor que nos permita analizar dificultades y proponer un plan de acción para ayudar al niño, en este caso estaríamos evaluando.
En el ámbito educativo medimos la capacidad del alumno en varios terrenos. Al interpretar estos resultados en términos de patrones correspondientes a su edad, en términos de los planes educacionales y vocacionales o partir de cualquier otra base de juicios de valor, ya no nos limitamos a "medir", estamos "evaluando" sus capacidades o sus progresos. "Medimos la talla del alumno, lo evaluamos en términos de las metas y los objetivos del mismo”.
La medición permite establecer el grado de cantidad y calidad de algo, mientras que la evaluación, implica además una apreciación valorativa y la toma de decisiones. La calidad de la medición condiciona los resultados de la evaluación. Sin embargo los dos procesos, aunque se complementen, no se asocian, sus diferencias son determinantes.
FUENTE:ESCUELA NORMAL ./ LIC:RENE DAVILA / 13060011

EL PROTAGONISMO DE LA FAMILIA EN LA EDUCACION.

¿Qué es educar? Podríamos encontrar un número significativo de respuestas; y todas válidas. Quizás, en cada una de ellas se acentúa un aspecto de este complejo proceso.
Educar es aprender a vivir en sociedad. La educación supone una interacción entre las personas que intervienen enseñando y aprendiendo simultáneamente, en un interjuego de relaciones personales que le confieren una dinámica particular a este proceso.
Es interesante el hecho de que la educación en su forma sistemática, planificada es intencional, pero hay educación aun en el caso que no seamos conscientes de estar enseñando sin que exista un propósito o una intención.
La educación es demasiado importante para dejarla sólo en manos de los maestros. Por lo que los padres deben ser agentes más activos ante el proceso educativo de sus hijos. Comprender que la dinámica educativa nos incluye a todos, es una actividad permanente que integra a los hijos, a los maestros, a los padres y a la comunidad en su conjunto.
Hablar de la familia y la escuela es hablar, en primer lugar, de la responsabilidad de los padres en la educación de sus hijos, y, en segundo lugar, de la necesidad de una colaboración estrecha entre los padres y los educadores. La participación de los padres en la educación de los hijos debe ser considerada esencial y fundamental, pues son ellos los que ponen la primera piedra de ese importante edificio que marcará el futuro de cada ser humano.
La familia es una de las instituciones básicas que existen en la sociedad y además se puede considerar la más importante en los primeros años de nuestra vida; es en la cual nos refugiamos, donde estamos más a gusto y desde donde empieza nuestra socialización y el aprendizaje de nuestro papel dentro de un grupo, que primero será la familia (y, por tanto, consideramos que es tan importante) y luego se extenderá llegando al colegio, con los amigos y, así hasta poder relacionarte con el resto de la sociedad. Es, por tanto, muy importante esta institución ya que forma a los individuos desde pequeños adquiriendo valores y aprendiendo a adaptarnos en nuestra cultura y sociedad.
Además tenemos que decir que es la institución más cercana y donde encontramos mayor afecto. Convivir, aprender normas de conducta, comportamientos y otra serie de actos sociales son más fáciles de aprender dentro de la familia, aunque no debemos olvidar el papel de otras instituciones como la escuela que ayudan a reforzar todos estos valores y muchas veces introducen otros nuevos.
Se necesitan canales de comunicación y una acción coordinada para que los niños se desarrollen intelectual, emocional y socialmente en las mejores condiciones. Por ello, la suma del esfuerzo de los dos baluartes de ese proceso, la familia y la escuela, es, según los expertos, el camino a seguir. La sintonía entre los dos ámbitos vitales del niño, además de generar confianza entre padres, madres y profesores, estimulará la idea de que se encuentra en dos espacios diferentes pero complementarios.
En este artículo, destacamos la necesidad educativa de fomentar la cooperación entre las familias y los centros escolares, al mismo tiempo que resaltamos los múltiples efectos positivos que conlleva tanto para los alumnos como para los padres, profesores, el centro escolar y por supuesto la comunidad en la que éste se asienta. La participación de los padres en la vida escolar parece tener repercusiones tales como una mayor autoestima de los niños, un mejor rendimiento escolar, mejores relaciones padres-hijos y actitudes más positivas de los padres hacia la escuela. Los efectos se repercuten incluso en los mismos maestros, ya que los padres consideran que los más competentes son aquellos que trabajan con la familia.
Somos conscientes de que los primeros años de vida, junto a otras instancias socializadoras, la familia es la principal. Pero si partimos de la idea de que el ambiente familiar y escolar son los que más influyen en el desarrollo del individuo y su proceso educativo, es fundamental la colaboración entre todos aquellos que intervienen en el desarrollo y formación del niño. Entre la escuela y la familia debe existir una estrecha comunicación para lograr una visión globalizada y completa del alumno, eliminando en la medida de lo posible discrepancias y antagonismos a favor de la unificación de criterios de actuación y apoyo mutuo ya que, por derecho y por deber, tienen fuertes competencias educativas y necesariamente han de estar coordinados, siendo objeto, meta y responsabilidad de ambas instituciones construir una intencionalidad educativa común.
Hablar de familia en la actualidad nos lleva a hablar de diversidad. Más allá del casi obligado plural con que debemos referirnos a la institución familiar, es cierto que las definiciones de familia por más variadas que sean descansan hoy en la relación interindividual, dando la idea de que la familia es ante todo un proyecto relacional que no hace referencia necesariamente a lazos de sangre.
Las familias acompañan la evolución de los niños, en el proceso de escolarización, que es la vía excelente para ir penetrando en otros ámbitos sociales diferentes a la familia. Esta, a través de estas funciones, apunta a educar a los niños para que puedan ser autónomos, emocionalmente equilibrados y, al mismo tiempo, capaces de establecer vínculos afectivos satisfactorios.
Podríamos decir que son dos, los aspectos fundamentales que marcan a la familia de hoy en día: es el niño quién la define, ya sea por su ausencia o por su presencia. Por otro lado, la historia de las personas dentro de las familias no es tan lineal como antaño: el ciclo de vida familiar no es tan previsible, y una misma persona puede pasar por muy diferentes etapas de su vida en cuanto a la familia: celibato, pareja, familia mono-parental, familia compuesta, etc..
Desde una perspectiva evolutivo-educativa, podemos decir que la familia supone:
  • un proyecto vital de existencia en común con un proyecto educativo compartido, donde hay un fuerte compromiso emocional,
  • un contexto de desarrollo tanto para los hijos como para los padres y abuelos,
  • un escenario de encuentro inter-generacional,
  • una red de apoyo para las transiciones y las crisis.
Desde esta perspectiva, la familia aparece como el mejor contexto para acompañar a la persona para transitar los cambios que implica necesariamente la vida.
La armonía familiar, la comprensión y el apoyo aparecen como dimensiones centrales para la formación de sistemas de valores que se refieren a estados finales de la existencia y a comportamientos deseables. Estos resultados ilustran la relación que existe entre los valores característicos de cada sociedad y los valores individuales de sus miembros. La transmisión de valores parece darse en forma principal a través de la familia siendo entonces el clima familiar con todos sus componentes socio-afectivos lo que da sentido a los valores, sin descuidar, como hemos dicho que hay otros agentes que intervienen en la transmisión de valores: los medios de comunicación social, las instituciones educativas, etc.
Podemos por tanto ahora tener una visión más clara y a su vez más amplia de lo que significa la familia y qué importancia tiene para nosotros en nuestra vida, en una vida en sociedad; aunque nunca debemos olvidar que también pueden surgir problemas si esta misión de integración social no se tiene en cuenta, o se hace una mala gestión. Con esto, queremos decir que el concepto de familia va más allá de lo que en un principio se entiende de esta palabra, ya que se extiende a todos los campos de nuestro vivir diario y tiene serias influencias en nuestros comportamientos, ya sean para bien o para mal.
Es de esta forma y no otra que, los padres y docentes deben exigirse día a día por complementarse más y trabajar en comunión, para alcanzar el objetivo primordial de una sociedad, entregar a ésta, hombres y mujeres responsables, útiles, con valores y organizados que, aporten y no sean una tara en el futuro.
De tal manera, las influencias de los distintos agentes socializadores que intervienen en la formación de las nuevas generaciones desde diferentes escenarios debieran coincidir en los objetivos, los recursos y los procedimientos educativos que potencian el desarrollo de la personalidad del sujeto de forma más armónica y consistente.
Para finalizar, podríamos decir que la escuela y la familia son agentes de socialización; potenciar las influencias educativas de ambos y lograr su convergencia, aún no es una realidad, sino una utopía. Todavía debemos transitar un largo camino que debemos trazar y señalar en él hacia dónde queremos llegar.
FUENTE:RECURSOS DE FORMACION.  LIC.RENE DAVILA  / 12060011

Caracteristicas Del Nuevo Docente Facilitador.


Se acabaron los profesores dictadores, que dictan clase. Hoy los profesores son acompañantes respetuosos del proceso de formación de los estudiantes.
El nuevo docente sabe con claridad que su función es formar, no informar. Sabe que Internet conoce más datos que él.
Enseña a sus alumnos a pensar, más que a memorizar. Conoce y respeta a cada uno de sus estudiantes, con sus características y especificidades. No los trata a todos igual.
Les proporciona los elementos para que aprendan a preguntar y a buscar respuestas.
También estudia mucho, lee mucho, más que sus estudiantes. Sabe escuchar tanto como hablar. Se mantiene actualizado en su campo.
Piensa en el futuro permanentemente, pues sus estudiantes se preparan para mañana, no para hoy.
Se siente mejor con el título de maestro que con el de profesor. Mantiene siempre vigente la ética profesional, en sus enseñanzas y en su actividad.
Conoce muy bien que su misión principal es "encarretar" a sus alumnos con el conocimiento.
Se considera psicólogo, médico, educador, consejero, sociólogo, ingeniero de sistemas, pedagogo, nutricionista, abogado, escritor y todo lo demás.
Se preocupa por formar excelentes seres humanos, más que buenos profesionales.
Piensa siempre que su acción desarrolla al estudiante y aporta a la sociedad.
Tiene conciencia de que el mejor y casi único proceso de paz que vale la pena es educar.
Un maestro, si es hombre es también madre y si es mujer es también padre.
Un maestro respeta y enseña y exige respeto. El buen maestro conoce sus limitaciones e ignorancias.
No utiliza la docencia para demostrar poder sobre el estudiante.
Tiene claro que su trabajo tiene sentido mientras existen seres en formación o estudiantes.
No le preocupan las notas, lo mueve que sus estudiantes aprendan a ser, saber y hacer. Se siente orgulloso de ser docente y decente. Un maestro verdadero sabe pedir perdón y perdonar.
Es un enamorado de las tecnologías que le permiten ampliar el mundo del conocimiento a él y a los suyos.
Ser Maestro es, en definitiva, el oficio más digno del mundo.

Lic:Rene Davila. /12060011

jueves, 2 de junio de 2011

LA EDUCACIÓN PARTE DEL DESARROLLO ECONÓMICO DE LOS PUEBLOS.


Es indudable que los procesos de globalización son una realidad, estos procesos generan cambios; los avances tecnológicos y el constante desarrollo de las economías nos han llevado a tener una economía global, que nos exige procesos de mejoramiento  de calidad, capacitación permanente de los recursos humanos y la necesidad de desarrollar profesionalmente a los estudiantes para que puedan responder eficazmente a los cambios del entorno.
En el mundo vivimos la revolución del conocimiento, en ese sentido; el Dr. Jaime Chahin, especialista en Administración Universitaria de Texas State University, San Marcos, Texas, nos brinda algunos datos interesantes de estos cambios revolucionarios:
* La fibra óptica de tercera generación empuja 10 trillones de “Bits” por segundo en cada filamento, esto por ejemplo representa aproximadamente 150 millones de llamadas telefónicas simultáneas y esta capacidad se triplica cada 6 meses.
* Nuestros estudiantes están preparándose para puestos que todavía no existen Las tecnologías que usarán todavía no se han inventado
* Tendrán que resolver problemas que todavía no conocemos
* Los estudiantes universitarios de hoy en día transmiten información electrónicamente de varias maneras: correo electrónico, mensajes “twittering”, videojuegos, teléfonos, Google (300 Millones google cada día).
* Los sistemas en Química cambian cada 6 años, en tecnología cada 2 años y hoy en día la informática se duplicará cada 2 horas.
Estos cambios dramáticos desencadenan el crecimiento económico y alientan a que apostemos por la educación. No hay excusa ni motivo consistente para no hablar de educación; para no convertirla en la obsesión positiva  de los gobiernos, el sector empresarial y el sector educativo del país.
La educación debe ser parte de la agenda permanente de nuestros gobiernos, para lo cual es necesario un plan nacional de educación que aglutine a todos los subsectores de educación con énfasis en la excelencia académica y la inversión en recursos humanos científicos y especialistas, que son elementos claves en la Economía del Conocimiento, que nos pueden permitir dar saltos de calidad.
La educación no puede ser vista como un instrumento de corto plazo en función de la duración de los gobiernos, no puede ser de borrón y cuenta nueva, como tradicionalmente se ha venido manejando. La Educación debe ser vista en su sentido estratégico de largo plazo, el cual requiere ser asumido responsablemente por todos los gobiernos y por los distintos actores de la sociedad.
En una economía como la que vivimos, el conocimiento se convierte en un elemento fundamental para  generar valor, competitividad, productividad y riqueza.  Pero para llegar al conocimiento, el proceso educativo es el motor propulsor.
La educación debe ser una prioridad de nuestros gobiernos. Es el único motor que nos puede permitir salir de la pobreza y transformar la realidad en que vivimos hacia una economía sustentable.
Las economías progresistas no solo son las grandes economías desarrolladas, tenemos muchos ejemplos de países pequeños con economías progresistas y competitivas por su gran esfuerzo en la innovación; como China Taiwán, Singapur, Japón, entre otros. Países que no tienen riquezas naturales, pero que en menos de 50 años se han convertido en potencias económicas. Países que invierten mucho en la generación de conocimiento, preparando científicos y especialistas de acuerdo con las necesidades de desarrollo  de las áreas prioritarias. Estos países han comprendido que la educación, la investigación y  desarrollo son elementos claves del crecimiento sustentable de las economías.
Norma Lezcano, en su artículo de la Revista Estrategias y Negocios, plantea que ¨el conocimiento es poder y en la era de la economía del conocimiento este pasó a ser el valor agregado fundamental en todos los procesos de producción de un país¨. El dominio del saber es el principal factor de desarrollo autosostenido. La educación es el engranaje que nos permite enlazar las economías emergentes con las desarrolladas.
La educación es una responsabilidad de todos; pero le corresponde al Gobierno crear un plan nacional de educación que aglutine a todos los subsectores de educación, un plan de educación de largo plazo asumido por los distintos actores de la sociedad. Esto es clave en la Economía del Conocimiento para dar los saltos de calidad en el proceso del crecimiento y el desarrollo de nuestros pueblos. No podemos esperar más, el entorno local y regional está cambiando bruscamente.
La educación debe ser el punto central de una agenda nacional que nos permita salir de la pobreza y lograr una mayor equidad en la economía local y regional.
LIC:RENE DAVILA / 02060011

miércoles, 1 de junio de 2011

HISTORIA DE LAS UNIVERSIDADES DE CENTRO AMÉRICA.


Los centroamericanos somos herederos de una rica tradición universitaria.  Existe un valioso legado histórico del cual podemos sentirnos legítimamente orgullosos.
En Centroamérica, la Universidad fue creada hace más de tres siglos.  La Universidad de San Carlos de Guatemala, “Casa solariega de la cultura centroamericana”, fue fundada en 1676, ocupando el lugar número catorce entre las primeras fundaciones universitarias del Nuevo Mundo. Su carácter centroamericano quedó claramente definido en los mismos documentos legales de erección, pues en ellos se concede el privilegio universitario “a todas estas provincias, para que todas ellas reciban y tengan el consuelo y el alivio que de la fundación de esta Universidad se ha de seguir a sus vecinos y naturales”.   A San Carlos acudieron, por muchísimos años en busca de ilustración, jóvenes nacidos en las distintas provincias de la antigua Capitanía General del Reino de Guatemala, entre ellos los nicaragüenses Miguel Larreynaga y Tomás Ruiz.  Por más de un siglo no hubo en Centroamérica otra universidad que San Carlos, hasta que en 1812 las Cortes liberales de Cádiz autorizaron el establecimiento de una segunda universidad: la de León de Nicaragua, última creada por los españoles en sus dominios en las postrimerías del régimen colonial, y que el 10 de enero del 2012 cumplirá doscientos años de su fundación.
La Universidad de San Carlos de Guatemala fue, posiblemente, la más criolla o americana de las universidades coloniales por su notable adaptación a la realidad centroamericana.  De ahí que, según el sociólogo Hanns-Albert Steger, es en San Carlos donde mejor puede observarse el proceso de “americanización” o sea del despertar de la “conciencia criolla”.  En ella también es donde tuvo lugar la más interesante reforma universitaria del siglo XVIII, inspirada por la Ilustración promovida oficialmente por la Corona española en tiempos de Carlos III, y que transformó las anquilosadas estructuras universitarias coloniales.
Entre los ilustrados de Guatemala ocupaba lugar prominente el fraile franciscano José Antonio Liendo y Goicoechea, nacido en Cartago, Provincia de Costa Rica, en 1735, discípulo de Duns Escoto y de Fray Benito Jerónimo Feijóo, enciclopedista, reformador de los estudios de la Universidad de San Carlos, mentor de la generación de donde surgieron los próceres de la Independencia centroamericana y uno de los fundadores de la Sociedad Económica de Amigos del País, máximo fruto de la Ilustración en Centroamérica.  Liendo y Goicoechea, apartándose de la hasta entonces indiscutida enseñanza aristotélico-tomista, introdujo la física experimental en el curso de Filosofía que impartió, “según el sentido moderno”, en 1769, utilizando máquinas y aparatos que trajo de Madrid.
Además, propuso una reorganización total de la enseñanza, de inspiración cartesiana, que implicaba una nueva concepción universitaria y profundas innovaciones en cuanto a planes de estudios y métodos docentes.
En las postrimerías del siglo XVIII, y en buena parte como consecuencia de la renovación promovida por el padre Goicoechea, la Universidad de San Carlos de Guatemala experimentó una profunda transformación ideológica y científica.  En su seno tuvieron lugar discusiones filosóficas que demuestran hasta dónde las ideas más avanzadas de la época encontraron pronto eco en la universidad centroamericana.  “Desde la duda metódica de Descartes o la teoría newtoniana de la gravitación, hasta los experimentos de Franklin sobre la electricidad o los últimos desarrollos en hidráulica, difícilmente exista un problema que no se haya expuesto o analizado durante algún examen en la Universidad de San Carlos de Guatemala durante la última mitad del siglo XVIII”, asegura John Tate Lanning.
La Universidad de León, creada por decreto de las Cortes de Cádiz del 10 de enero de 1812 fue, como vimos antes, la última de las cerca de treinta universidades establecidas por los españoles  en el período colonial. Se rigió por las Constituciones de la Universidad de San Carlos y fue la evolución, hasta el nivel universitario, del antiguo Seminario de San Ramón, erigido en 1680.  Su organización y régimen de estudios fue similar al de San Carlos.  Del Seminario y de la Universidad de León egresaron ilustres ciudadanos de las otras provincias centroamericanas, que tuvieron destacada actuación en la vida política y cultural de sus respectivos países.  Así el Padre José Trinidad Reyes, fundador de la “Sociedad del genio emprendedor y del buen gusto” (1845), germen de la Universidad de Honduras, cuya fundación se debió al Padre Reyes y al Jefe del Estado, Dr. don Juan Lindo (1847).  Otro eminente egresado de la Universidad de León fue el Dr. José María Castro Madriz, fundador de la República de Costa Rica y de la Universidad de Santo Tomás de Costa Rica (1843), erigida sobre la base de la antigua Casa de Enseñanza de Santo Tomás (1814), cuyo organizador, por iniciativa del Ayuntamiento de San José, fue el célebre Bachiller Rafael Francisco Osejo, mestizo nicaragüense que animó las ideas independentistas en Costa Rica y hoy día encabeza la lista de beneméritos de aquel  país, donde alguna vez fue llamado “genio inquieto y perturbador”.

LIC.RENE DAVILA/ 01060011