El tacto pedagógico se manifiesta principalmente como una orientación consciente en
cuanto ala forma de ser y actuar con los niños. Existen varias maneras de describir cómo
se manifiesta el tacto en nuestra forma pedagógica de ser y actuar, como se puede poner
en evidencia:
Retrasando o evitando la intervención.
En muchas ocasiones como maestros nos damos cuenta que nuestros alumnos no
entienden o comprenden ciertos conceptos o carecen de ciertas habilidades, no
intervenimos, dándonos por igual que aprendan o no, seguimos avanzando con nuestro
programa no interviniendo, ni preocupándonos en hacer algo para evitar esta situación,
creemos que con pararnos en frente ya estamos enseñando a nuestros alumnos.
Como receptividad a las experiencias del niño.
Es muy común que como maestros le reprochamos al alumno la falta de cumplimiento
dentro del aula, la falta de interés, pero realmente no nos involucramos a investigar el
por que de esa situación, el de ir más allá, nos cerramos a la manifestación o a la
experiencia que esta viviendo el estudiante en ese momento, les negamos la amistad y la
confianza para que ellos expresen lo que sientes o simplemente los problemas que
tienen en casa, por lo que es importante que como docentes tengamos la atención
necesaria hacia esos alumnos.
Siendo sensible a la subjetividad.
En esta situación hablo en particular de mi centro de trabajo, donde los grupos se tienen
muy saturados, lo que dificulta que se le ponga la atención necesaria a cada uno de mis
alumnos, ver las necesidades que tienen, se dificulta la participación de cada uno de
ellos, en ocasiones hasta la perdida de control del grupo, por lo que tiendo a levantar el
tono de mi voz para controlar nuevamente el grupo, unido a esto cuando a los alumnos
no les hacemos ver el sentido y la importancia del contenido provocando en ellos la
inquietud y disciplina, y por consiguiente volviéndome menos tolerable con el grupo.
Como una influencia sutil
Es muy importante tener en cuenta el trato hacia los alumnos, el generar un clima de
confianza, el platicar con los alumnos, el generar alegría en ellos, lograr que no nos
vean como enemigos, sino todo lo contrario, todo ello para que la clase tenga éxito, y
sobre todo saber como aconsejarlos para lograr en ellos el desarrollo de sus habilidades
y conocimientos.
Como seguridad en las diferentes situaciones.
Es importante que como maestros tengamos siempre un tono adecuado con todos los
alumnos y los grupos, sobretodo cuando se tienen situaciones impredecibles, de
disciplina o no previstas, comunicándoles de cierta forma a los alumnos nuestra
seguridad como maestros, y de esta manera poder controlar al grupo.
Como el don de saber improvisar.
Es vital que como docentes tengamos esa seguridad y confianza en si mismos, pero esto
no se logra por si solo, sino requiere de mucha preparación, actualización, investigación
y sobre todo práctica, para poder manejar e improvisar las distintas situaciones que se
nos puedan presentar en nuestra práctica docente, favoreciendo con ello que los
alumnos tengan confianza en nosotros, lógico que al principio cuesta trabajo, pero el
tiempo y la experiencia nos van ayudando poco a poco.
¿Qué consigue el tacto pedagógico?
Es una forma de actuar en la educación, se refiere a las formas en que los padres y
madres pueden actuar con los niños, describen las formas en que los educadores pueden
actuar en las relaciones de enseñanza/aprendizaje, el tacto pedagógico permite:
Preservar el espacio del niño (El crecimiento personal y el aprendizaje necesitan
espacio).
Como profesores deberíamos estar conscientes de las necesidades personales que tienen
nuestros alumnos, los cambios físicos, biológicos y mentales por los que están pasando,
así como los distintos problemas que viven en casa como desintegración familiar,
económicos, la mala comunicación de padres a hijos, entre otros; como maestros buscar
la forma de apoyarlos.
Protege lo que es vulnerable (La vulnerabilidad del niño debilita al adulto.
De cierta manera la debilidad y la vulnerabilidad del estudiante, le sirve para que los
docentes nos demos cuenta de que ellos están presentes, de que requieren de nuestra
atención, de que se encuentran desprotegidos, de que quieren que alguien se
responsabilice de ellos, por lo que como maestros debemos de ser buenos, amables, y
comprensibles con ellos.
Evita el dolor (El dolor debe poder regularse al olvido).
La distintas experiencias que los alumnos viven en nuestras aulas, para ellos se pueden
convertir en pesadillas o dolor, miedo, desde un maltrato hacia ellos, una mala palabra,
así como una mala explicación de un contenido, sobretodo en nuestra asignatura de
matemáticas, por lo que es importante que antes de actuar analicemos lo que vamos
hacer, en cuestión de matemáticas desde el principio se las hagamos ver fácil y que les
nazca el gusto por ellas.
Recompone lo que se ha roto (El tacto cura).
De pende mucho de nosotros como maestros que se sigan dando esos resultados
negativos en la educación, que sigamos enseñando únicamente para aprobar un examen,
y no enseñemos para la vida, que sigamos formando alumnos sin la preparación
necesaria y llevándolos al fracaso en su vida futura; de ahí que de nosotros como
docentes depende que enderecemos ese camino y corrijamos esos errores que se han
cometido, ¿Cómo? Preparándonos y actualizándonos
Refuerza lo que es bueno (Creer en un niño es reforzar a ese niño).
Como educadores debemos creer en nuestros niños, darles la confianza, de que son
responsables, lograr que ellos se valgan por si solos, evitar el rechazo o hacerles ver las
cosas negativas, sino al contrario apoyarlos y alentarlos que pueden ser mejores.
Resalta lo que es único (Hay que estar siempre atentos a la singularidad del
niño).
Debemos tener la capacidad de observar las diferencias entre cada uno de nuestros
alumnos, hacerles ver la importancia de ellas, y sobre todo evitar tratar a todos de la
misma manera, recordando que son seres humanos características distintas) y no
simples objetos.
Favorece el crecimiento personal y el aprendizaje (El crecimiento personal es un
aprendizaje profundo).
Debemos tener mucho cuidado en la forma de enseñar un contenido, ya que de ello
depende el aprendizaje que adquiera el alumno, su forma de reflexionar y sobre todo el
sentido que le puede dar a este, y de ello depende mucho del docente en la utilización de
estrategias y recursos adecuados.
¿Cómo consigue el tacto pedagógico lo que consigue?
El tacto trabaja con el habla (Crea un clima positivo en el aula)
Trabaja con el silencio (El silencio habla).
Trabaja con la mirada (Cuando la boca y los ojos se contradicen mutuamente, el
niño tiende a hacer caso a los ojos).
Trabaja con el gesto (a través del cuerpo y el gesto).
Trabaja con el ambiente.
Trabaja con el ejemplo.
Desde el momento en que recibimos a nuestros alumnos en el aula, la forma de
hablarles, el gesto que les mostramos refleja la actitud que tenemos como maestros
hacia nuestra clase, y no nada más la actitud sino el gusto por nuestra asignatura, y
sobre todo ya dentro del salón el interactuar con ellos, el hacerlos participes de la clase
va generando un ambiente agradable de trabajo y sobretodo si nuestro habla, nuestros
gestos son de afecto, de apoyo, de alegría, los alumnos se sentirán atraídos y en
confianza de poder participar e ir generando ese proceso de enseñanza-aprendizaje,
claro que en ocasiones utilizamos la mirada y los gestos para poder controlarlos o
marcarles ciertos limites.
El leer la lectura me hace reflexionar y el ver o recordar la infinidad de errores o
injusticias que he cometido con mis alumnos, y sobre todo en lo pedagógico, por lo que
es necesario seguir mejorando y preparándome, para evitar cometer nuevamente esos
errores.
Obstáculos epistemológicos en la enseñanza de los números negativos
Cid, Eva.
Departamento de Matemáticas.
Universidad de Zaragoza.
1.- Noción de obstáculo epistemológico
-Brousseau (1976) postula que un alumno adquiere un conocimiento cuando,
enfrentando a una situación problema cuya solución exige ese conocimiento, los
conocimientos del alumno sobre una situación dependerán de la experiencia adquirida,
afrontando situaciones en lasque dicha nociónesta implicita.
Expone sus ideas sobre las nociones de concepción y obstáculo, en las que figura la
clasificación de los obstáculos, situando su origen entre el alumno, el profesor y el
saber, como es el ontogenético, didáctico, epistemológico o cultural.
Es de primordial importancia que lo que enseñamos en la escuela, se de utilidad al
alumno para aplicarlo en la vida cotidiana, ya que si no es así no tendría sentido, el
alumno no podría resolver el sin numero de problemas a los que se enfrenta a diario, lo
importante aquí es que no mecanicemos el conocimiento, sino que le sepan dar diversas
aplicaciones y de esta manera poder librar esos obstáculos.
- Duroux (1982) Propone condiciones necesarias para poder calificar el obstáculo a
una concepción:
a) Un obstáculo será un conocimiento, una concepción, no una dificultad ni una falta de
conocimiento.
b) El conocimiento produce respuestas adaptadas a un cierto contexto.
c) Genera respuestas falsas fuera de este contexto.
d) El conocimiento resiste a las contradicciones con las que le confronta.
e) Llega a ser inexacto.
Creo que es importante tomar en cuenta la postura de los dos autores, sobre todo cuando
no logramos que los alumnos comprendan algún contenido, y mucho más cundo no les
hacemos ver como aplicarlo en la vida cotidiana o en diferentes contextos, también es
cierto que los alumnos en ocasiones cuentan conocimientos erróneos de tiempo atrás y
que se aferran a el, como maestro nos cuenta mucho convencerlos y modificar esas
estructuras mentales para corregirlas, pero nos cuesta mucho por que también como
docentes no estamos bien preparados para lograr la evolución de conocimientos en los
alumnos