Al hablar sobre el papel que desempeña el maestro dentro del aula es necesario destacar la importancia del nivel de competencia didáctica con el que cuenta, y al hablar de competencia didáctica se abarcan diversos aspectos que el docente debe poseer como son: los conocimientos, las habilidades, las actitudes y las aptitudes; todo ello enfocado a obtener mejores resultados en el proceso enseñanza-aprendizaje.
Es importante destacar el concepto del tacto pedagógico, que se refiere principalmente a la sensibilidad de saber actuar con eficacia ante las situaciones que ocurren en el aula, a establecer un clima de aprendizaje adecuado para sus alumnos, de identificar las características de cada niño; así como ser capaz de mostrar seguridad, confianza, comprensión entre otros aspectos.
El tacto pedagógico consigue lo que consigue ejercitando una cierta sensibilidad perceptiva, así como practicando una preocupación afectiva por el niño activa y expresamente. (Van Manen, 1986) Con esta cita puedo afirmar que entre mejor sea la comunicación que se establece entre el niño y el maestro, mejores serán los resultados en la enseñanza, por ello debemos interesarnos en los problemas que los alumnos enfrentan en su vida y hacerles sentir que nos interesan.
Un buen profesor sabe cómo y cuándo una experiencia de aprendizaje concreta es demasiado difícil o demasiado fácil y si esta dificultad, o la ausencia de dificultad, es positiva desde un punto de vista pedagógico. Además un buen profesor sabe que cualquier situación de aprendizaje se experimenta de forma diferente según el tipo de alumnos. (Van Manen, 1986) creo que este párrafo nos recuerda nuevamente que como profesores debemos estar atentos a las características de nuestros alumnos, para en base a ello planear las actividades que mejor se adecuen a sus intereses y ser consientes que cada niño aprende de manera diferente.
En lo personal, durante las anteriores jornadas de práctica se me presentaron algunas situaciones difíciles en las que no sabía qué acción era la correcta o de qué manera comportarme con los niños, pues estaba consciente de que tenía que crear confianza para que el clima de trabajo resultara mejor.
Otra de las dificultades fueron comprender el nivel de desarrollo cognitivo de los niños con los que practiqué (principalmente el de los primeros grados) pues me resultó difícil comprender el nivel abstracto con el que cuentan.
Con esta lectura pude comprender aun más el compromiso que adquirimos al escoger esta profesión pues tenemos que tener sensibilidad ante los problemas que se presentan y sobre todo paciencia.
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